Envase de alimentos perfecto: te damos pistas

¿Cómo debe ser el envase de alimentos?
Tendencias de envasado de alimentos: sostenibilidad, funcionalidad, conveniencia, transparentes y con etiquetas sencillas

Los envases de alimentos deben de ser sostenibles, evitar el desperdicio alimentario, con sistemas de cierre y apertura y que ayuden a alargar la vida útil de los productos. Funcionales y de conveniencia, es decir, adaptados a los nuevos tipos de familias y consumo. Además, el consumidor prefiere envases transparentes donde pueda comprobar la frescura del producto y etiquetas sencillas y legibles.

Las empresas de envase y embalaje deben adaptarse a las demandas de los consumidores y, según un informe de Smithers Pira, estos buscan envases sostenibles a lo largo de toda la cadena de suministro: desde el abastecimiento del producto, hasta el transporte y el consumo.

De hecho, los consumidores esperan que las empresas estén comprometidas con la sostenibilidad, a través de envases que respeten el medio ambiente, tanto en su producción como en su posterior reciclado.

Otro aspecto que preocupa a los consumidores es el desperdicio alimentario, tanto en el hogar, como en los establecimientos de venta, por lo que demandan envases que alarguen la vida útil de los productos, y que cuenten con sistemas de apertura y cierre que ayuden en la tarea de la conservación.

El cambio en los hábitos de consumo y en los modelos de familia ha provocado también la necesidad de adaptar los envases de los productos a esta nueva realidad.

Según el estudio de Smithers Pira, los consumidores urbanos hacen pequeñas compras en tiendas cercanas a sus viviendas, a las que acuden sin coche  y en busca de productos en pequeñas proporciones. De ahí la necesidad de adecuar los envases. Al mismo tiempo, el envase debe ser robusto, compacto y ligero, ya que se trasladará sin vehículo.

Los consumidores buscan también productos con envases reutilizables (hasta un 54% de los consumidores elegiría un producto porque su envase se reutiliza) y cuyas etiquetas ofrezcan toda la información sobre el origen y procedencia de los alimentos.

En este sentido, las etiquetas deben contener información legible y entendible por todos los públicos y, en la medida de lo posible, los consumidores prefieren envases transparentes a través de los cuales puedan comprobar la frescura de los alimentos.