La verdad sobre los árboles
El ser humano lleva utilizando árboles como combustible desde tiempos muy remotos y en DS Smith sabemos hasta qué punto son fundamentales, al ser parte de nuestra cadena de suministro de embalajes y por ser además uno de los componentes clave de la naturaleza por su capacidad para eliminar carbono de la atmósfera.
Conversación honesta
Sin embargo, no finjamos que los árboles no se talan para producir embalajes, ya que eso es un hecho y la industria del papel reciclado tiene que abordar plenamente esta cuestión. A pesar de que en los últimos años se ha producido una mejora notable de las credenciales de sostenibilidad en la industria de los embalajes, es evidente que aún queda mucho por hacer. Lo importante ahora es ser explícitos acerca de su procedencia y el modo en que estamos gestionando este impacto sobre el medio ambiente. Es el momento para que la industria sea honesta respecto a este asunto.



Se están realizando progresos
Las empresas de todos los sectores y tamaños son cada vez más conscientes de su huella de carbono y, gracias a esto, han comenzado a analizar toda la cadena de suministro para comprender el impacto potencial sobre los bosques del mundo. Todos recordamos con emoción la importancia del anuncio realizado por el Foro de Bienes de Consumo (CGF, por sus siglas en inglés) en 2010, cuando sus más de 400 miembros se comprometieron a trabajar juntos para lograr que la deforestación neta sea igual a cero para el año 2020. Y se están realizando progresos en este respecto. En DS Smith, los nuevos papeles de fibra y virgen proceden de bosques gestionados de manera sostenible, en los que el número de árboles plantados se corresponde, como mínimo, con los árboles talados. De hecho, la superficie forestal de Europa ha aumentado en 17 millones de hectáreas en los últimos 20 años y cada año la cifra de árboles plantados crece un 33% en relación con los árboles talados. Por lo tanto, técnicamente, en Europa ya estamos logrando que la deforestación neta sea igual a cero.
Además, si miramos más allá, las investigaciones realizadas en Estados Unidos apuntan que en los países occidentales se ha alcanzado el tope de deforestación y la cubierta forestal es cada vez mayor. En Francia, por ejemplo, la cubierta forestal alcanzó un mínimo a principios del x. XIX, pero desde entonces no ha dejado de aumentar hasta alcanzar niveles no vistos desde el medievo. Si tomamos otro ejemplo, en el estado norteamericano de Connecticut los bosques se han expandido del 29% en 1860 al 60% en 2002.
Juntos podemos contribuir a lograr que la deforestación neta sea igual cero, globalmente
Las marcas y minoristas con los que trabajamos están siendo desafiados por sus consumidores, por lo que ellos, a su vez, nos plantean a nosotros cuestiones relacionadas con trazabilidad y transparencia de nuestras operaciones.
Esto nos ofrece la oportunidad de demostrar los logros en el ámbito de la sostenibilidad logrados hasta la fecha y compartir con otras personas el excelente trabajo que hacemos para garantizar que nuestro impacto sobre el medio ambiente es mínimo. En el futuro, nos gustaría escuchar un nuevo relato sobre el desarrollo de los bosques gestionados ya que estos son, después de todo, la energía renovable original.
Y sobra decir que nosotros no somos los únicos preocupados por esta cuestión. El Parlamento de Noruega, por ejemplo, prometió en 2016 que la política de contratación pública del gobierno no incluiría la tala de árboles. Es reconfortante ver que se ha establecido un diálogo entre los gobiernos y sus votantes, al igual que entre las empresas y sus clientes.
Garantizar el futuro de los bosques
La verdadera sostenibilidad se logra viviendo dentro de nuestras posibilidades, utilizando los recursos correctamente y adaptándolos firmemente a nuestras necesidades y umbrales científicos reconocidos sin exceder la capacidad de renovación de estos recursos. Se trata de innovar nuestra manera de abordar los problemas.
Ahora sabemos con precisión que es necesario proteger y gestionar nuestros recursos naturales. Los árboles representan una de las fuentes de energía renovable más valiosas y constituyen, además, un importante sumidero de carbono que captura las emisiones de carbono del aire a una tasa aproximada de medio kilo de carbono anual por árbol. Sin embargo, debemos recordar que la tala de árboles está bien siempre y cuando adoptemos medidas responsables que garanticen el futuro de los bosques de los que proceden.
Como industria, necesitamos hablar con franqueza sobre este reto y ayudar a gestionar de forma proactiva los bosques de Europa en provecho del medio ambiente. Los árboles y los bosques sanos están en todos los negocios. Por lo que conseguir que la deforestación neta sea igual a cero es para cada negocio es una misión audaz pero oportuna.