Modos en que la legislación relativa al reciclaje nos ayuda a gestionar eficazmente los recursos
En lo que va de año, se ha hablado mucho sobre la adopción del paquete de nuevas medidas sobre la economía circular por parte de la Comisión Europea y sobre si el Reino Unido va a permanecer o no en la UE tras las negociaciones del Brexit. Resulta necesario seguir hablando sobre esta importante legislación relativa al reciclaje.
En el paquete de nuevas medidas sobre la economía circular se define un programa de reciclaje para los próximos 15 años en el que se establecen objetivos, reglamentos relativos al refinado y apoyos a iniciativas voluntarias cuyo fin sea el de ayudar a los Estados miembros a avanzar hacia una economía circular.
Legislación para la gestión de recursos
La gestión de recursos se encuentra en el centro del desafío de avanzar hacia una economía más circular, una economía en la que los materiales valiosos permanecen dentro del ciclo de suministro el mayor tiempo posible. De aquí a 2030, los nuevos objetivos exigen que toda la UE:
- alcanzar una tasa del 65% de reciclado de residuos municipales
- alcanzar una tasa del 75 % de reciclado de residuos de envases
- limite el vertido de residuos en vertederos al 10%
Damos la bienvenida a esta legislación y a las enmiendas y las leyes relativas al medio ambiente que contribuirán a impulsar las tasas de reciclaje, aunque, al igual que otros analistas, creemos que podrían haber sido más ambiciosas.
El paquete de economía circular complementa y mejora la Directiva marco sobre residuos y la legislación vigente relativa a la gestión de residuos. La Directiva marco sobre residuos de la UE estableció la jerarquía de residuos, donde los residuos se tratan con criterios preventivos, a continuación le sigue la reutilización y el reciclaje. Los vertederos y la recuperación –que se encuentran en la base de la jerarquía– se consideran las opciones menos favorables.
Otros reglamentos principales:
- La Directiva de vertederos obliga a los Estados miembros a reducir al mínimo los residuos que terminan en vertederos canalizando los residuos hacia opciones más elevadas de la jerarquía
- La Directiva sobre envases y residuos de envases establece medidas para la prevención, reutilización y reciclaje de residuos de envases
- La Directiva RAEE (recuperación de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos) destinada a incentivar mejoras en el diseño de equipos eléctricos y electrónicos para facilitar su reciclaje.
Con la Directiva sobre vehículos para desguace se han introducido medidas similares que fomentan la reutilización, el reciclado y la valorización de automóviles y vehículos comerciales ligeros. Todos los reglamentos fomentan la prevención, la reutilización y el reciclaje como los mejores métodos para tratar los recursos valiosos que existen en la economía.
Acuerdos sobre reciclaje voluntario: ¿serán eficaces?
Este año también hemos visto cómo el Reino Unido ha presentado el Compromiso Courtauld 2025 –auspiciado por la organización WRAP (Waste & Resources Action Programme)–, un acuerdo voluntario que tiene como objetivo alcanzar un ahorro acumulado de unos 20 mil millones de libras esterlinas (aprox. 22,8 mil millones de euros). Este acuerdo reúne a organizaciones para lograr que la producción y consumo de alimentos y bebidas sean más sostenibles. Compromiso a 10 años
- reducción en un 20% de los residuos de alimentos y bebidas
- reducción en un 20% de la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el consumo de alimentos y bebidas
- reducción del impacto del uso del agua en la cadena de suministro.
Con el Compromiso Courtauld 2025, la organización WRAP desea redefinir el diseño, la compra y el abastecimiento de alimentos para que la cadena de suministro pueda producir más con menos recursos. También aspira a encontrar maneras de usar mejor los excedentes y ayudar a los consumidores a maximizar el valor de los alimentos y bebidas que adquieren.
Resulta excelente que las organizaciones estén comprometiéndose voluntariamente a realizar un cambio y estén utilizando sus políticas de RSC para marcar una diferencia. Sin embargo, las organizaciones que se han comprometido a cumplir el Compromiso Courtauld son las que ya poseen capacidad para afrontar este cambio. Por lo tanto, ¿qué sucede con las empresas que aún carecen de las infraestructuras necesarias?
Respaldo a través de la legislación y los compromisos voluntarios
Para poder lograr economías en las que se generen cero residuos, necesitamos que tanto la legislación como la reglamentación actúen conjuntamente con los compromisos voluntarios. La infraestructura nacional e internacional necesaria para garantizar un cambio a largo plazo es más fácil de construir y aplicar si cuenta con un respaldo reglamentario.
La legislación puede impulsar el cumplimiento, mientras que los acuerdos voluntarios pueden constituir el respaldo necesario.
De la interpretación al reglamento
Esto no significa que la legislación resolverá cualquier problema solo por su mera existencia.
En enero de 2015, se introdujo la recogida selectiva de residuos de papel, plástico, metales y vidrio en municipios y comercios de la UE. DS Smith apoya esta legislación, ya que el reciclaje de residuos separados en origen representa el modo de lograr los materiales más limpios y de mejor calidad para su reprocesamiento. Esto es lo que impulsa a los materiales hacia opciones más elevadas de la jerarquía y garantiza que los recursos se mantienen dentro de la economía durante más tiempo a medida que se van reprocesando una y otra vez.
Aún se debate en torno al modo en que se está aplicando y cumpliendo la legislación de enero de 2015 en los Estados miembros de la Unión Europea. Las distintas interpretaciones locales pueden influir notablemente en los materiales que se recogen para su reciclaje, en la medida en que en algunos lugares aún se queman o depositan en vertederos grandes volúmenes de materiales reciclables.
Por lo tanto, la legislación debe contar con el respaldo de su correcta aplicación mediante la regulación del modo en que se aplica la ley en las empresas, independientemente de fronteras nacionales o internacionales. Esto es algo que muchos analistas han echado de menos en el paquete de economía circular.
La importancia de la legislación relativa al reciclaje
DS Smith desarrolla operaciones en toda Europa y en mercados globales, por lo que somos expertos tanto en la legislación relativa a residuos y reciclaje, como en sus interpretaciones locales. Sabemos que no hay o existe una única solución óptima para todos, a pesar del amplio alcance de la legislación, por lo que siempre asesoramos a nuestros clientes sobre la mejor manera de recoger materiales y maximizar el valor de sus flujos de residuos.
Cada organización, independientemente de su tamaño, tiene la responsabilidad legal de cumplir con la normativa medioambiental. Pero aparte de esto, las organizaciones deben preocuparse con lo que sucede a sus recursos. La mayoría de las empresas dirían que sacar el máximo provecho a sus recursos es algo razonable, pero no siempre aplican esa manera de pensar en sus residuos.
Sin embargo, la aplicación de las mejores prácticas de reciclaje y gestión de residuos aporta beneficios financieros a las empresas. Además de minimizar su impacto ambiental, pueden ofrecerles un ahorro económico. Numerosas empresas con las que hemos trabajado han descubierto que sus programas de reciclaje con rentables, ya que reducen la generación de residuos y los costes de eliminación, además de aumentar la calidad del material reciclable que producen. De hecho, las empresas que gestionan sus recursos de manera eficaz han podido invertir en sus empresas los ingresos procedentes de sus programas de reciclaje.
Estas son las ventajas que ofrecen la legislación y los reglamentos relativos al reciclaje a organizaciones de todos los tamaños. Cuando se disponga de la infraestructura necesaria para impulsar y respaldar los objetivos de sostenibilidad, comenzaremos a lograr un mundo en el que se generen cero residuos.