Las claves de la confidencialidad en los proyectos de innovación

En DS Smith Tecnicarton nos enorgullecemos de nuestra gestión de la innovación y de cómo trabajamos codo con codo con nuestros clientes para proporcionarles soluciones diferentes que les ayuden a posicionarse en el mercado

Muchas veces los proyectos que gestionamos exigen exclusividad –no trabajar para otras empresas del mismo sector- y, por supuesto, confidencialidad. Así garantizamos a nuestros clientes que sus proyectos son únicos y que podrán utilizarlos como ventaja competitiva en su mercado.Para asegurar esa confidencialidad, os contamos los pasos que seguimos y que cotejamos con nuestros clientes. Puede que os sirva de pista para vuestra propia gestión.

1.- Lo que no se puede saber, no se cuenta. Parece una verdad de Perogrullo, pero eso es así. Si algo no quieres que se sepa, no lo cuentes. No lo menciones en otros ámbitos, no lo cites en la memoria de actividades. Piensa, antes de comentar o de hablar, qué consecuencias puede tener para el proyecto. Es cierto que puede haber partes del proyecto que sí son susceptibles de ser contadas, pero hay que valorar si, avanzar una información, puede derivar en dar pistas sobre un proyecto.

2.- Definamos muy bien qué es confidencial. En ocasiones se puede hablar de un proyecto general donde la confidencialidad radica en un proceso determinado, en el uso de unas piezas concretas, o en el diseño o disposición de unos elementos. Quizás ese proyecto nos puede proporcionar notoriedad en nuestro sector y contar una parte no pone en peligro el proyecto, y, sin embargo nos posiciona como líderes en un sector. Se trata de contar con un documento marco que clarifique muy bien en qué términos está basada la confidencialidad.

3.- Y esto nos acerca al siguiente punto: Definamos muy bien las obligaciones y las excepciones en torno  a la confidencialidad. En el contrato que se establezca, pueden aparecer a qué nos obliga nuestro contrato de confidencialidad y en qué casos hay excepciones. En este punto, es probable que se produzca una “lucha” entre departamentos, con el equipo de marketing buscando el resquicio que permita contar las bondades de un proyecto y, por tanto, buscar más clientes. En ocasiones es el propio cliente quien avanza puntos del proyecto. En el momento en que es de dominio público, se produce una excepción, y podremos avanzar más detalles del proyecto.4.- La vigencia de un contrato de confidencialidad puede variar en función de la fase en la que se encuentre. Por norma general se establece que entre 3 y 6 meses es el periodo de tiempo para preparación de proyectos; entre 6 meses y 1 año es el tiempo que se establece para la evolución de tecnologías o activos de propiedad intelectual. Y más de un año cuando lo que se desea es establecer un canal de comunicación estable de intercambio de información entre varias entidades.

Si todo esto se cumple, no tiene por qué haber ningún problema. Y así llevamos haciéndolo en DS Smith Tecnicarton desde hace más de 25 años. Contamos con la confianza de nuestros clientes que sabe que sus proyectos están a salvo con nosotros y que si son desarrollos confidenciales, dejaremos en sus manos la posibilidad de hacerlos públicos.