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¿Miedo a las caídas? La solución está en el diseño

La importancia del packaging como elemento diferenciador en el e-commerce, aportando valor añadido a la marca y actuando como carta de presentación ante el cliente, es un aspecto que debe sumarse a su papel como ‘protector del contenido’.

El embalaje no solo debe cumplir las expectativas para una buena experiencia del consumidor, también debe reunir una serie de requisitos para el tránsito. Hay que recordar que, en el comercio electrónico, el producto realiza un largo viaje desde el fabricante hasta nuestras manos. Para que llegue en condiciones óptimas, no solo hay que asegurar el trato que recibe, sino el propio diseño del packaging, que siempre está expuesto a las temidas caídas.

Juzgamos la compra por el estado del paquete y en muchas ocasiones llega estropeado, incluso afectando a su contenido. Este es uno de los principales motivos de devoluciones y, según recientes estudios, recibir un producto o embalaje dañado de manera repetida hace que el consumidor deje de comprar en un comercio online determinado. Teniendo en cuenta que se producen unas 150 caídas por furgoneta al día, y que solo en el mercado europeo se envían más de 4,2 billones de paquetes al año, nos enfrentamos a una problemática que debería resolverse de modo eficiente.

Pero ¿cómo? El diseño es la clave y una de las grandes apuestas de DS Smith. Los clientes más exigentes piden que el packaging sea de un solo tipo, pero más resistente, que no tenga espacio adicional y que se adapte al producto de su interior. Actualmente, pocos fabricantes se han preocupado por esto y no son habituales los buenos procesos de diseño para canales de comercio electrónico. La caída no siempre se podrá evitar, pero -en caso de que se produzca-  si el embalaje se ha desarrollado de la manera adecuada, protegerá su contenido sin deteriorarse.